
La preocupación nos paraliza, amedranta, debilita, enferma, agota, ¡hasta nos puede arrastrar a la depresión y la muerte!, es decir, no nos aporta nada positivo que nos pueda ayudar.
Una de las definiciones de «preocupar» según la RAE es… «Ocupar antes o anticipadamente algo.»
¿Entonces, porque hay una tendencia en nuestras vidas en caer en los lazos de la preocupación si ésta misma no nos ayuda en lo absoluto a resolver aquello que nos preocupa?
Jesús dijo… «Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?»
S. Mateo 6:25 RVR1960
Hay cosas mucho más importantes de las cuales ocuparse que estar perdiendo nuestra vida sumergidos y ahogados en la preocupacion.
Hay un proverbio que dice… «La acción es el peor enemigo de la preocupación».
«No se despierte por la mañana pensando en las peores cosas que podrían suceder hoy, sino concéntrese en las grandes cosas que puede lograr hoy. La vida es demasiado corta para las preocupaciones».
Terry Mark.
Es más, siempre hay algo mejor que hacer por cada vez que viene el afán.
El versículo mencionado más arriba nos revela una verdad muy importante sobre la providencia de Dios en las necesidades más básicas, las cuales no tienen porque ser menos importantes, como la comida y el abrigo.
Dios desea liberarnos de esa desesperación y depresión que nos trae los afanes e inquietudes, para vivir una vida abundante que Cristo ganó para nosotros en la cruz del calvario. Sólo debemos tener fe en Jesucristo y su obra redentora la cual nos libera del poder del pecado y la muerte.
Hoy te digo que, es en esos momentos difíciles donde se debemos dejar que se active la fe, y empezar a movernos con la esperanza de que hay algo mejor para nosotros.
Es cierto que hay momentos en los que el horizonte no podemos apreciar el haz de luz a la salida del túnel de oscuridad y desesperación.
Pero por eso mismo no debemos detenernos y darnos por vencidos, hay que seguir caminando con determinación y propósito y, verás como al final del túnel empieza a brillar un rayito de esperanza.
La vida es una escuela de aprendizaje, y esos momentos dolorosos tienen como finalidad prepararnos para saber de donde viene nuestro socorro y auxilio.
La Biblia dice:
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Salmos 121:1-2 RVR1960
Dios no se ha olvidado del hombre, es el hombre el que se ha olvidado de Dios.
¿Cómo podemos confiar en que Dios no se olvida de nosotros?
Pues la respuesta esta en su Hijo unigénito, en Jesucristo. Cristo es la respuesta del amor de Dios el Padre como lo dice en su Palabra.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
S. Juan 3:16 RVR1960
Cristo no solo murió sino que también resucitó para liberarnos del pecado que nos asediaba para que podamos disfrutar una vida de plenitud de gozo, paz, reposo, amor etc…
Oración
Señor Jesús; enséñame a desechar e impedir que las preocupaciones aniden en mi mente. Enséñame también en guardar y obedecer tu Palabra para ponerla por obra. Gracias por tu Palabra que es fiel y verdadera y me enseña a vivir en tu plenitud y bendición. Te amo con todo mi corazón y te alabo y bendigo por tu perfecta voluntad. En el nombre del señor Jesucristo. Amén.
Aprende a no preocuparte leyendo el libro: «Como suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida» de Dale Carnegie.
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